han-jael

Noche

 

Escarcha diamantina

como polvo de estrella

se extiende sobre la urbe.

 

Puedo ver mi reflejo

en el vidrio de la ventana

pero a la vez, veo tu imagen;

y tus ojos se me clavan

como te clavaste tú, aquí en mi alma.

 

Y no te tengo,

y finjo que no me tienes,

pero muero de desesperanza,

anhelando tu cuerpo,

que tuve sin que fuera mío.

 

Muero de frio, de ganas,

de urgencias, de ansias;

me has olvidado.

Quizá, nunca me pensaste

y yo viviendo de tu recuerdo.

Tu siempre, indeleble,

en mi mente.

 

Tu eres el lunar de mi costado,

en mi cuerpo siempre prendado,

en esta fantasía en que eres mío

y no te tengo.

Como se le llama a esto?

Anhelo? Añoranza?

Solo sé que te necesito

pero no te hago falta.