Extraño tus besos que fueron míos
Tu dulce mirada, tu voz en mis oídos
Tus labios que me fueron prohibidos
Y esas manos de suaves recorridos
Extraño cada noche cuando me decías
Te amo, eres la luz que ilumina mi camino,
Mientras mi piel con tus labios recorrías
Y un beso robaba, mi amor y mis sentidos
Extraño esa sonrisa en cada amanecer
Cuando con un beso te despertaba
Eras el ángel guardián, eras mi mujer
Y junto a mí en mi oído respirabas
Extraño cuando junto a mí cantabas
Éramos el dúo de un amor cuasi perfecto
Que de besos y caricias se alimentaba
Y con voz imponente y sin mediar defecto
En el canto decías cuanto me amabas
Extraño tantas cosas, no tengo consuelo
No caben en el cuarto, tantos recuerdos
Se desbordan cada noche por el suelo
Pernoctando junto a mí como un lamento…