Alejandrina

POR LOS SENDEROS DEL YERRO

Hoy he vuelto a transitar

las veredas del yerro,

sigo el llamado de tu boca urgente,

callejón sin salida, sigilo en los pasos.

 

Voy arrastrando este amasijo 

de irredenta materia,

fundirás todo el cobre,

el trigo, madura en tu pecho,

mientras mis senos pequeños volcanes

estallan en tu espalda

vulcano corazón, 

se agitan mis costados 

espumosos de sal 

en oleajes fieros .

 

¡Ay¡ como dueles, aguijón en la carne,

 insaciable, perpetuo 

voraz amante, como gozas

en hollar la roca madre y eterna.

Tu sombra atada a mi figura

como dos manos unidas al rezar,

antigua imagen llenando los sentidos.

 

Es aquí donde nacen mis alas

sobre un trozo de libertad,

soy yo la que te rozo el aliento,

nocturno canto de cigarras...


Alejandrina.