Te conocí sin saber que existieras
en una noche de estrellas luneras;
te descubrí entre la brisa nocturna,
entre la esencia de una tarde soturna
Te conocí con el dolor embebido
y aun así pintaste mi corazón dormido,
fueron los latidos más sentidos
los que golpearon inadvertidos
Te conocí inesperadamente
como una estrella fugaz latente
dejó de suspirar un solo verso
cómplice de un amor inmenso
Te conocí con mi alma en agonía
y cada parte de ti me lleno de energía
en mi labios su nombre suspirando
y tú, que la olvide estabas anhelando
Te conocí sin pensar amarte
y hoy tienes cautivos nuestros días
ahora, solo vivo para nombrarte
hasta que mi alma me deje en vida