Dime que me amarás,
cuando los años en mi
se comiencen a reflejar,
cuando la grasa se acumule más
en mi cintura y caderas,
cuando mi cabello pase del negro azabache
que porta hoy,
a grisaceo y a blanco como nieve
Dime que me amarás
cuando la gravedad y los niños que crie
hagan estragos en mis pechos
y dejen de estar firmes como cerros,
cuando en mis muslos ya no encuentres músculo,
sino solamente un pedazo de cuero con hueso,
cuando las arrugas y patas de gallo se asomen
por mi frente y mis ojos,
cuando tengas bolsas debajo de ellos,
por tanto desvelo y noches sin dormir
por estar en tus brazos entregándote mis besos
Dime que me amarás,
a pesar de todos esos cambios,
porque yo he prometido hacerlo contigo,
aunque aquel hombre tan viril y fuerte
que conquistó mi corazón
no vuelvas a ser jamás...