No es que no sepa enfrentarme a la añoranza
que no nos queden fuerzas para revalidar
que sea necesario evocar para olvidar
que lo nuestro yazca en lontananza
Los recuerdos son vida vivida
entre tu y yo, pocos pesares
el amor calentó nuestros besares
las caricias jamás son perdidas
La existencia contigo, un deleite
los pasos que dimos, acertados
todos los avatares remontados
una montaña de verbos sin escondite
El deseo fue manta en los inviernos
aire fresco de tu materia, respirada
hogar de calma y dulce morada
paseos de la mano por tus gobiernos
Ahora lo hemos dejado
al final llegó la expiración despojada de sirenas
en medio de nosotros nunca hubo cadenas
gracias por lo que me has regalado
Yo, cariño, te doy todos mis poemas.