Dolencias
Como dos hojas secas que un mismo viento agita
Unidos por el beso agridulce del adiós,
Temblaron nuestras almas de tristeza infinita
Y al intentar palabras, se nos quebró la voz.
Ausentes ya, tu imagen en mi interior palpita
Mas siento en tu silencio que ya en tu corazón,
El amor que decías tenerme se marchita
Y entre sombras se muere como en la tarde el sol.
Pienso al perderte, pienso, quizás no merecía
Tener para mi vida tu grata compañía,
O tu no merecías marchar por mi camino.
No se, pero algo es cierto, es poca la alegría
Y es grande la dolencia que afronta cada día
El hombre en esta marcha en pos de su destino.