Por las calles de la bella Monclova,
vagan sin rumbo fijo mis recuerdos,
aún caminan errantes esas vivencias,
atrapadas para siempre en otro tiempo.
Enredándose, se trepan como hiedra
a las cavernas del onírico pensamiento,
que ni 15 años de ausencia han borrado,
pues parece que fue ayer cuando partí.
¡Monclova!...
¿Qué poder magnético me atrae a hacia ti?
¿Qué fuerza irresistible atrapa mi pensar?
¿Cuál es la esencia nostálgica y melancólica
que poseen tus calles y tu espacio?
Porque por más intentos de llenar el vacío,
no aparto de mí esas calcinantes memorias
que me sujetan a ti con indelebles cadenas,
de sombras, figuras, lugares y fechas,
que me hacen sentir un hueco de soledad
al mantener presente mi vida pasada
en un recuerdo de la bella Monclova,
en un instante de mi Monclovita la bella.
e.g.