Amor, ya no sé como mirarte,
Ni se dé que hablar en tu presencia,
Porque sé que me grita mi conciencia
Que es pecado y blasfemia el amarte.
Mas mi corazón no deja de desearte
Fantasía de amor errada y necia;
Si vivo por Dios y por su ciencia
Y muero por vivir al abrazarte.
Sé que es grave la sentencia de desearte
Y por desearte estoy tan condenado
Al negarme tu amor y adorarte.
Igual que mi amor este letrado
Está dedicado a tu mi arte
Este amor que dicen es pecado.