La pala se hundía
con pesada pena,
a cada palada pensaba en ella.
Tan negra, tan seria
tan querida nuestra.
Se la llevó la lluvia
a ver las estrellas,
tan silenciosa,humilde,
pequeña,se vivió la vida
en la calles ajenas.
La abuela decía
¡¡qué feliz es ella!!
recorriendo calles,
corriendo en la acera,
buscando refugio
y pagando con tiernas
demostraciones de cariño,
jugando en el patio
como verdadero niño.
Eras tú la chola
del barrio la estrella.