Definitivamente sé que no me quieres.
Que no sufres por mi ni me ambicionas,
que mis caricias no te motivan,
no te emocionan.
Que ese amor que dijiste tenerme
fue fantasía, fue sólo un sueño.
Tan sólo una desesperación.
Una transición no esperada,
un eclipse sin luna, una ola sin mar.
Y esos paseos por la playa que tan sólo planeamos,
que nunca hicimos, que no procuramos.
Ni probamos la espuma de un buen tarro de cerveza,
que luego desembocara en una noche de amor.
Nada de eso en nuestras vidas paso.
No buscamos caracolas a la orilla de la playa,
ni miramos amaneceres por entre las palmeras.
Mucho menos nos besamos,
ni miramos a los ojos.
Ni nadamos en Caleta,
ni cortamos flores muertas.
Todo eso hoy ha pasado y tú sigues a mi lado;
distraida, angustiada.
Llena de cosas y sitios en los que nunca has estado.
Todo eso nos paso
por no habernos conformado
tú conmigo, yo contigo.
Que lo demás ya es pasado.
©Armando Cano.
28/X/2012.