Hoy me siento como
un concertista de piano.
No se ejecutar.
Solo escucharlo.
Mi piano hoy es,
nuevamente, el teclado
de la computadora.
Pero esta noche
me siento como
si tuviese mutilados
los dedos, el cerebro.
¿Será tal vez
porque las penas
de los otros
repercuten
tanto en mí?
Tal vez.
Unión poetas, unión.
Solidaridad y amor,
mucho amor
hacia nuestro semejantes.
Todos los derechos reservados del autor (Hugo Emilio Ocanto- 29/10/2012)