CARLOS ALBERTO BADARACCO

LA RAZÓN DE SER FELIZ

 

 

Soñaba con ser feliz y vivir con esperanza,

comenzó la naturaleza a mostrarse:

una calandria inició su canto,

el sol apareció con toda su fuerza,

el día comenzó a clarear.

El mar incitó su oleaje...

Los espacios se extendieron.

Se aclaraba el día,

las tinieblas se disiparon.

Un niño me miró

con ojos de amor e ilusión;

me extendió su mano,

me brindó su amor,

me llamó papá…

Y entonces,

comencé a ser feliz,

la esperanza

se hizo presente,

recordé entonces

que estaba vivo.

 

CARLOS A. BADARACCO

28/10/12

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