Duermen los sentidos.
En mis sueños un viejo televisor,
blanco y negro, torna a pastel.
Gris anaranjado, el atardecer
cae sobre el mar gris azulado.
Duermen los sentidos,
como en mis visiones.
Me falta la leña caliente
de tu piel
respirando sobre mi pecho.
Duermen los sentidos.
Pájaro cantor, amanece en mí
anunciando el fin
de esta siesta de las mariposas;
del laberinto, yermo, de sus vuelos.
Duermen los sentidos
y no duermo.
Olvidé apagar mi antiguo aparato,
millones de mosquitas, grises,
golpean mis pupilas muertas.
Duermen los sentidos
y no vivo.
Túnel frío, solo,
oscuro de hielo
y vacío de memorias policromadas.
Duermen los sentidos.
Sordo del sonido de tus besos,
insípido, cual lunes
después de un lunes,
inodoro, como una rosa en sepia
con los bordes gastados.
Ahora duermen los sentidos...
y muero.