Y se abrieron las puertas
tras el calvario de sus pasos
dejando desiertos hambrientos
en la oscuridad desolada
Y se hizo la luz
Y se elevaron plegarias de alabanza
tras el llanto eternizado
de sus ojos suplicantes
Y se deslizó su palabra
como caricias al alma
entre espinas que desgarraban
las carnes de los inocentes crédulos
Y se hizo la luz
En un mundo sembrado de estrellas
entre las blancas alas
de púberes ángeles
y entre los fantasmales brazos
de la pálida muerte
Monica Suhurt (Amor Otoñal - Amor de Otoño)