En noche oscura sin luna
el necio tiende su cama
y con frustración reclama
pesares a la fortuna;
en sus desdichas acuna
tristezas y desazón,
tormentos que sin razón
alegrías estrangulan.
Mil angustias se acumulan
orbitando el corazón.
Cielo prendido en dolores
resplandece su cabeza
iluminando tristeza
oscurecida en temores;
en sueño de desamores
hilarantes en pasión
apaga cada ilusión
que sentimientos gatilla.
Entregado a pesadilla
opaca suave visión…
Cavilando en desazones
amanece al nuevo día
con atuendo de porfía
reviste sus emociones;
nebulosas sensaciones
recrudecen despertar
camuflando bienestar
poblado de mil angustias.
Pensadas sonrisas mustias
anuncio de malestar…
No dejes al descontento
gobernarte con su juicio
haciendo de enojo vicio
y del rencor alimento.
La vida vuelve tormento
un sentimiento tirano,
que con prejuicio malsano
sume al alma en desconcierto,
tornando al vivir incierto
y al pensamiento en profano.
En éste existir humano
elige en detenimiento
aplicar discernimiento
portando ilusión en mano;
aquel que madruga en vano
oscurecido en rencor
no logra alcanzar amor;
ni vencer el infortunio
en nublado plenilunio
vivirá con escozor…