La noche se detuvo en el momento de tu adiós
El sol ya no salió y la luz no existió más,
Me abrigaba oscuridad eterna
Sentí frío y miedo a la vez.
¿Por qué no estás?
Gritos de espanto en mi corazón
Tiritando por la tiniebla de tu ausencia,
Hipotermia amenazando la vida en mi interior
Llevando en mí sangre agonía por tu adiós.
Témpanos de hielo a mi alrededor
Mi vida se congela, el tiempo de detiene,
No hay más calor por lo ardiente de tus besos
Se apagaron las llamas de un eterno amor.
¿Por qué no estás?
¿Moriré por ti esta noche?
No, aun estoy consciente y te recuerdo
Eso alarga mi sufrir y me da vida,
No estás y sin ti pereceré algún día
Algún día, cuando no pueda recordarte.