tu nombre tiene sabor a deseo,
ese mismo que rasga mis ansias y mis sueños,
ese que devora mis horas de insomnio
y corrige mis pecados.
ese que provoca mis delirios
y luego los ahuyentan...
ese deseo que me llena de ti
y no me calma las horas embrujadas
del pasado.
ahora quiero gritar...
y no puedo.
el deseo me consume
como un suave bocado de miel en tu boca.
deseo mio...
deseo tuyo...
deseo pasajero como nido de golondrina.
cercano al mar y fugaz.