Víctor Callirgos

Todo mi Corazón

Debo descubrirte, Orisel,

todo mi corazón,

para que subas grada a grada

hasta el mismo altar de Dios.

He juntado en mis manos

los tiempos

y he resumido en mi mirada

el orbe infinito

desde su misma creación.

Más, en esta orilla

el deseo que consume

es incorporarse en Dios.

Penetrar en sus misterios

y volver los ojos como estrellas

de maravilloso esplendor.

Ahora, cuando los tiempos

terminan y todo es sublime

Adoración.