Decirte en esta noche, tus latidos abrigan mis versos;
Decirte que mis ojos están pegados en el ayer;
Como un frenesí, que aprietan este amanecer;
Distante como tu ausencia, puedo oír tus latidos.
Porque mi silencio, es una pregunta desesperada;
Es como la mirada, que encierra estos misterios;
Que cogen una respuesta, en estos ríos profundos;
Que van de rama en rama, con los golpes inocentes.
Con aguas deslizantes, van estos sueños dormidos;
Y yacen dormidos como tu silencio infinito;
Porque en este rincón, dibujo cada palabra tuya;
Las plasmo, en mis venas como sellos pegados…
Pegados al alma que en palabras cortas son tus besos.