Lo mismo me da,
que te vayas o que te quedes.
¿qué es lo que prefieres hacer?
¿Quieres irte? Hazlo.
Pero ten en cuenta
que no es mi deseo.
Es el tuyo.
¿ cuántas veces nos hemos
separado? Tantas...
Te ibas tú, me iba yo...
Y al corto tiempo
regresábamos...
Nuestros motivos teníamos,
¿no es cierto?
¿No crees que era
porque nos extrañábamos?
Y si antes ocurría así,
volverá a suceder.
Si te vas, si me amas,
volverás.
A veces las parejas cometemos
tantas tonterías...
Tú quieres hoy
hacer una de ellas...
irte... para dejarme mal
anímicamente, con la
angustia de tu partida,
y después... volverás...
para volver a hacerme feliz.
No quiero que te vayas.
Quédate y tratemos
de no cometer
la locura de una nueva
separación. ¿ es que no te
sientes sola al estar
lejos de mí?...
A mí eso me pasa.
Siento una profunda
soledad... Si nos amamos,
para qué separarnos...
Si es para hacernos mal,
lo logramos.
Si me voy yo,
te sientes mal.
Si te vas tú,
me siento mal.
Unamos nuestros
sentimientos
definitivamente,
y ninguno de los dos
partamos...
Quedémonos unidos
como Dios mande.
Con el sí del amor
ante Él, o simplemente
juntos... sin casarnos.
Tú serás una mujer libre,
y yo un libre hombre.
Pero al estar juntos,
somos conscientes
de que nuestros
corazones tienen
los mismos sentimientos.
Para qué preocuparse
y lamentar ausencias,
si unidos todo cambia,
y hace más llevadera
nuestras vidas.
Vidas de unión,
de sonrisas,
de pesares, de angustias,
de placer... pero juntos.
No nos hemos prometido
amor hasta la muerte;
vivamos el presente, juntos.
Basta de resabios,
de indiferencias de las
cuales después nos
arrepentimos...
Y retornamos al nido...
a nuestro nido
de amor.
Una lágrima tienes
en tu mejilla.
Y yo las mías
ocultas tengo...
pero lloro por dentro.
Esa tu lágrima significa
que lamentas otra vez
abandonarme...
entonces no lo hagas...
quédate... hablemos...
razonemos como seres adultos,
y sigamos amándonos
como hasta ahora.
Sin ausencias.
Podemos evitarlas.
Dejemos hablar a
nuestro corazón...
y hagámosle caso.
No nos separemos.
Dejemos los resentimientos
a un lado.
Acércate a mí...
mírame... oh, sí,
me amas... y también yo
a tí... Entonces, quédate,
y vivamos nuestro amor.
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 30/10/2012)