Poemas para el alma

Solo amarla tendrĂ¡ lugar

Del cielo, una estrella besó mi mano,

en ella, dejo sembrado un deseo espacial,

la tierra de mi palma, se tornó ahora templo

donde todos los días, ese deseo, volvía a soñar.

 

El deseo tomó forma de ser humano,

una mujer hermosa, de belleza sin igual,

de mis manos, la tierra ya no fue mas templo

sino que volviéronse fuego con piel, para amar.

 

La mujer, que llegó desde el arcano

hizo, la vida de un hombre, ser especial,

mis manos, mi vida ahora serán su templo

un lugar donde, solo el amarla, tendrá su lugar.