Comienza la noche y el sueño me alcanza
Y cual si fuera opio a mi cuerpo aletarga
Sumiéndome en un estado profundo y ajeno
Donde las fantasías me llenan de calma
Y entre esos sueños fantasiosos
Aparece una silueta reflejada en el pozo
Donde suelo llegar a aquietar mi delirio
Delirio de tener a mi lado a un ser perfecto
Y es que es tanto el letargo
Y es tan grande el ensueño
Que no se distinguir de lo malo y lo bueno
Que no puedo ver a través de mi velo
A ese ser que me ama, con todo su cuerpo
Y que pese a su hermosura, valor y recato
A su ternura, respeto y deseo
Sigo anhelando a ese ser perfecto
Sin ver que lo tengo a mi lado y en mis sueños
Cuidando que nunca caiga en el pozo.