ALVARO J. MARQUEZ

PACTO CON LA LUNA

"La luna y yo nos parecemos, qué triste,/ lo de ella con el sol no se dará./ Yo nunca entenderé por qué te fuiste/ ni ella por qué el sol se va".


Luna, no vayas a contarle que pienso en ella,

no le digas que sus letras dejan huella

en mi piel, en cada poro, en cada rincón.

Yo por mi parte tampoco voy a revelar

al sol que te estás muriendo por bailar

muy pegado a su cuerpo esta canción.

 

No le cuentes luna, que mucho me excita,

que de sólo imaginarla me resulta infinita

esto que no me deja dormir y llamo inquietud.

Yo al sol nunca le confirmaré que es cierto,

que por desearte mantenerlo despierto

ha sido en ti, sin duda su mejor virtud.

 

Que no sepa que en mi mente la abrazo, la veo

tan apegada a mí y a este loquísimo deseo

que si se entera, seguro a pecar conmigo osará.

El sol no sé si quiere, aunque es lo que intuyo,

que un día de éstos un beso prohibido suyo

hasta tu boca sedienta de sus besos llegará.

 

No quiero interrumpirte tu vida tan normal,

la mía también lo era y ahora ya no es igual

desde que están estos deseos en mí orbitando.

Luna si quieres que el mismo diablo me lleve,

lo que ha de ser que sea pero ella no debe

en modo alguno saber que la estoy deseando.

 

Sus labios ya los he besado en sueños yo,

en mis fantasías la abracé y ella me abrazó

y ambos en ese abrazo delirante unidos,

con la emoción que nos dio esta aventura,

nos robamos nosotros mismos la cordura

y llenamos de demencia los sentidos.

 

Pero eso fue en mi mente, nunca sucedió,

ni siquiera desnuda la vi ni ella me vio

y nuestros labios jamás llegaron a tocarse.

Pero fueron sueños con una razón de ser

y cuando sueños como ésos se logra tener,

es justo cuando no provoca despertarse.

 

Luna, por favor, te pido ahora discreción,

al fin y al cabo esto es tan sólo una ilusión,

algo como el humo que de pronto se desvanece.

Ahora que amanezca te irás mi satélite amigo

y vendrá el sol pero no dejaré que sea testigo

de que todo tu amor nocturno le pertenece.

 

También en las noches más la recuerdo,

es cuando me sumerjo en ella y me pierdo.

y por saber de ella, no vuelvo a saber de mí.

Es un trato que hago contigo, mi luna bella,

si no le cuentas lo que sabes de mí a ella,

yo tampoco le diré al sol lo que sé de ti.