La vida es un niño inquieto que juega con vuestro espíritu, nos da gloria y sin sabores, amor y desamor, ternura y arrogancia, risas y llantos, nostalgia y alegría. A veces, quisiera poder alcanzar aquel veloz futuro inalcanzable, olvidar este presente tan triste, y sacar la lengua al pasado, que solo lleno de amargura mi desvalida alma. Únicamente comprendo que tendré que esperar, toda la vida aquel futuro que no existe. Vivir el presente, con sus desengaños y sin sabores, porque el futuro es inalcanzable; el presente es la realidad de nuestras vidas, y el pasado la experiencia que nos sirve en el presente.
Recordar, es solo vivir aquel pasado que por feliz que haiga sido nunca más se repetirá, y solo traerá nostalgia por aquellos felices momentos, y dolor por aquellos amargos.
A veces, el presente nos hastía y el futuro inquieta nuestras mentes, así pasan tantos años en nuestras vidas, recordando el pasado por bien o por mal; renegando o adorando a nuestro presente, y añorando y anhelando nuestro futuro.
No pensemos en los años que nos quedan por vivir, tal vez tengamos muchos o quizás sea el ultimo que nos queda, vivamos el presente con el mayor entusiasmo y aprendamos de aquellas experiencias que dejaron el recordar, solo así podremos ser feliz en nuestro próximo presente.