Noche de lujuria y desenfreno,
cordura ardiendo en lo más profundo
de mi infierno.
Parranda de ángeles y demonios en júbilo
entre cuerpos hechos trizas
en mañanas sin sueño.
Se ha ido la noche entera
en tragos, guitarras y cigarros,
buenos recuerdos de esta noche
que hecho trizas me ha dejado.
Se asoma un alba difusa y altanera,
alborada de sulfato y amoniaco,
mi mente no entiende este cuadro
de difusas figuras
entre espejos destrozados.
¡Apártate mañana eterna!
Allí a lo lejos un último trago me espera,
busco con desespero un alivio
pero una amarga sensación me envenena,
llamaradas que arden
hasta lo mas profundo de mi existencia,
Vuelve a mi noche ramera
ven y cumple tu promesa
de vivir en el placer del cielo,
no en este infierno que me acecha.