¿En que parte del camino te fragmentaste?
Cada vez mas resquebrajado y al voltear la vista hacia ese camino
se ven los escombros de un ser desmembrándose en su fútil andar.
¿En que parte del camino decidiste dejar los regodeos y heredar los sinsabores?
Recuerdo invariablemente tu sonrisa proyectada al alba
que atrapaba el canto de los gallos al confundir tal fulgor con el astro rey.
¿En que parte desconociste que es está la existencia y aún no hay parte donde alcances concebirlo?
¿En que parte colapsaron las quimeras dando libertad a las opresiones para que viviesen al acecho de las esperanzas?
¿En que parte el amor no pudo más que el desenfreno y dejaste atrás vida y compromisos
por entregarte a lo sórdido y pesaroso?
¿En que parte olvidaste cómo esgrimir un te quiero o cómo cantar un villancico?
¿En que parte dejaste de perseguir la gnosis y lo cambiaste por conseguir lo infausto?
¿En que parte termina tu saldo y comienza mi yerro?
¿En qué parte estoy por fin, aquí o allí dentro de ese espejo?
Autor:
Tomás Enrique Maneiro Quesada
EL CABALLERO DE LA RIMA