david del lignum cruxis

Alturados resoplidos de la espada

 

Guerreros de la negra cordillera

ensamblan su sangre con la tierra;

magros huesos en sus carnes rojas,

infinitas voces de su valiente pecho,

perfume de piel

intacto el color de toda su fe...

 

Miles de impacientes células manando de sus venas

mojando, humedeciendo el terreno,

rezumando la alegría, la tristeza,

todo el sentimiento ignoto y conocido,

todo el fluido fervoroso del amor candente,

toda la sed de sus rencores

el regocijo de sus ojos en el recuerdo hogareño...

 

Mente inmarcesible prolongando sus súplicas al sol,

repasando los relieves con sus dedos,

toda la fuerza que se agota

luego la noche enfriando sus suspiros...

 

Soldados cutáneos,

mariscales eternos

guerreros majestuosos

llenos de vida verdadera,

serenos ante la muerte:

¡su amiga!.

 

Muéstrennos la mirada impávida

el color del pasillo,

la valentía enorme,

el amor supremo,

las verdad detrás del portal

el paraíso glorioso después de la ofrenda magnífica...