Dulce condena

Todo hubiéramos podido ser tú y yo…

Todo hubiéramos podido ser tú y yo…

Si no fuéramos tú y yo.

Escucho consejos de personas mayores,

 Marcados por dolorosas experiencias por personas como tú.

 

Que el amor ciega,

Que el dolor no mata,

Que el tiempo cura,

Y que tu amor no perdura por siempre.

 

Que habrá muchos más,

Que me olvide de ti y comience de nuevo.

 

EL orgullo y la cobardía se fijó en nosotros,

Arrastrándonos a una vida si el otro.

Si hubiéramos tenido el valor,

De decirnos a la cara lo que sentía el corazón,

Seriamos felices y no vagaríamos sin razón.

Todo hubiéramos podido ser tu y yo…

Si no fuéramos tu y yo.