El prometer no empobrece,
lo dice un refrán muy cierto,
como sembrar en desierto,
semilla que nunca crece.
Y esta parábola se lee,
en promesas de campaña,
donde el político engaña,
al p.....úblico que la cree.
No hay político decente
y está muy bien comprobado
en campaña es muy honrado,
¡hasta se finge inocente!.
Grande tiene la lengua, dicen
la cola mucho mayor,
la que esconde con pavor,
por miedo a que se la pisen.
Con vanos proyectos en mira
adormecen a la gente,
le distorsionan la mente
con su asquerosa mentira.
Llegan, si ganan....¡jodidos!
con grandes deudas pendientes,
al rato ya son prepotentes,
y lógico....ya andan bien vestidos.
De la honradez presumida
y el proyecto prometido
todo quedó en el olvido,
al cambiar a nueva vida.
.....volando se van los meses,
y a postularse de nuevo,
total...la gente con otro ruego,
le responderá con creces.
Y el parásito para su suerte,
está bien pegado a la ubre,
más ahora que descubre
que estar del presupuesto afuera...¡es la muerte!
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana BCN. Mexico, Oct.31/12