Palabras necias brotan de tu boca de esperma,
rimas incoherentes,
mentiras y puras blasfemias.
Risa me da ver la hipocresía
en la forma en que me miras.
Que ironía el pensar que eras mía.
De siempre he sabido que eres una arpía,
nunca te limitas a ceder a los placeres
ni a vivir en el fango,
no miras atrás
a ver quien pisa tus pasos.
Pienso en todo lo dicho,
las palabras,
los suspiros,
las promesas al aire,
los momentos íntimos.
Me enferma el solo saber que te amo
pero cuanto quisiera odiarte,
así mi razón lo impida y lo reproche
como un buen amigo
te sigo extendiendo la mano.
Oscuras serán mis noches,
he forjado mi propio infierno sin salida
en el que tu cuerpo me condena
y me hace cenizas.
Siempre aparece un pretexto
para intentar arrinconarte,
que tonto he sido
al no pensar que eres libre,
tu corazón nunca será de alguien.
Ironías de la vida,
tatos desaciertos que espero
algún día solo sean recuerdos.
Añoro una noche de furia y lujuria,
ven a mi amada mía,
eres tú la dueña de esta herida.
Hechicera traicionera
quémame en tu hoguera,
hazme tuyo en luna llena
y vuelve por mí
en esta noche de estrellas.
Alucino,
creo te tengo,
en cada rincon de este valdio infierno
te veo,
te siento,
me aferro a recuerdos de acero
mi corazón aguarda
en lo mas profundo una breve ilusión,
te anhelo,
te desprecio.
Hechicera de lunas y estrellas
ven rompe este encanto y déjame arder
en la hoguera eterna de mi llanto.