Era una tarde de estío y andaba yo de la mano,
Con el amor apretujado en una flor de margarita,
Cuando de pronto mire al cielo y no vi. mas al sol
que de un momento al otro ha desaparecido.
¿Quién le dio algún motivo para que ese sol bandido ,
hiciera lo que hizo? se fue sin avisar el muy travieso,
¡que barbaridad lo que he descubierto no era solo yo,
la que apretujaba al amor entre mis manos en una flor!.
Se encontraba de espalda sellando al amor,
en un beso a la luna ; y la luna avergonzada
por mi descubrimiento ni siquiera se asomo
a mi balcón como si estuviera escondiendo al amor..
¡Pero miren nomás a mi amigo el sol, también le sonríe al amor!
Siempre anduvo enamorado de la luna pero nunca lo demostró
Y fui a ser yo quien los sorprendiera en un tierno beso de amor,
pensar que los dos astros que dios creo tamdien brillaban de amor