Valoro, no los resultados de tus actos,
si no, las intenciones de tus actos,
tu mano extendida, no demandando,
pero sí ofreciendo.
Valoro más que todo, tu todo,
y no espero nada,
mas, sin embargo te valoro,
y de tantas maneras te adoro.
Valoro lo que me dices,
pues lleva consigo tiempos felices,
uno sólo de tus momentos,
pues los convierto en eternidad.
Una vela prendida
tu alma a media luz,
valoro tus palabras directas,
pues llegan a mi corazón,
pues de todas formas valoro,
que seas tú, mi único tesoro.
Ricardo Felipe
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