Guayaquil Late Por Ti
I
Guayaquil late por ti, por mí, por él, por aquel;
Por todos ellos que trabajan,
luchan y viven en Guayaquil.
II
Entre los crisoles de la mañana,
Veo el andar del río Guayas;
Sus leves movimientos hipnotizan la mirada.
III
Los lechugines de sus tenues aguas,
Corren apacibles de norte a sur,
Llevan consigo los pensamientos de Olmedo,
Rocafuerte Y Pedro Carbo, grandes próceres libertarios.
IV
El trino leve de un ave, me distrae,
Hacia el santa Ana, puedo ver esos
Cañones poderosos, que gritaron
Guayaquil es valeroso.
V
Caminando por las peñas, Mi mente empieza a divagar;
Regresando a noble era, De paz dicha y libertad.
VI
En la cúspide de aquel cerro, desde el faro,
Logro admirar, lo hermoso y majestuoso;
Que hoy tiene esta gran ciudad.
VII
Pestes e incendios han venido,
Piratas y gobiernos pervertidos;
Muchos cerebros desnutridos,
Todos quedaron destruidos.
VIII
Es que, en esta ciudad
Perla del pacífico, pórtico de oro;
El pecado mas grande cometido,
Es morir sin haber combatido.
IX
Y no es por orgullo ni soberbia,
Es por la magnifica herencia;
De tu abuelo y mi abuelo,
Que piso este inmaculado suelo.
X
Que hoy a Guayaquil expongo,
Muy consciente y valeroso;
Esta oda de dicha y pasión,
Guayaquil estas en mi corazón.