Hugo Emilio Ocanto

Hoy no me siento bien

Falta media hora

para que venga

a pagarnos el alquiler.

Siempre es muy puntual.

Nos está pidiendo

le hagamos un descuento,

cuando en realidad

nosotros tendríamos

que aumentárselo.

¡qué son mil pesos!

Nada.

Es increíble cómo

han aumentado

todos los productos.

Para colmo, dice

que en el techo

de la cocina

cuando llueve,

hay una gotera.

Quiere también

hacer pintar

la casa.

Pretende que le

reconozcamos

unos pesos.

Me parece que

cuando venza

el contrato ahora

en diciembre,

no se lo voy a renovar.

Perdóname querida,

hoy no me siento bien.

Estoy mareado y agitado.

Me voy a acostar.

No tengo ganas

de conversar con nadie.

Me está fallando la visión.

Indudablemente, voy a tener

que ir a la operación

de cataratas.

Cuando venga,

recíbele el dinero.

Dile que no puedo atenderlo

porque no estoy bien.

No te preocupes por mí.

Descansando un

buen rato,

estaré bien.

Prepárame algo liviano

para cenar.

.............................

¿Qué dijo nuestro inquilino?

¡Qué novedad!

Otra vez tomado.

En curda, dirás.

¿Cómo? setecientos pesos...

¿y los otros trescientos?

Claro, tiene que dejarse

una reserva

para sus vinitos.

Y las consecuencias

tenemos que pagarlas

nosotros.

¡ Inteligente el hombre!

Ahora le voy a llamar

por teléfono.

¿que no lo haga?...

Está bien, pero que sea

la última vez.

En este país todos son vivos,

para perjudicar a los demás.

Vamos a cenar...

Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 01/11/2012)