Solía hablar con las paredes,
hasta que éstas cayeron,
/El silencio se ha tragado la boca
amarrada a un sonido enfermo/
y ellas..., solían hablar
con los pedazos de mis ecos...
/Permanecí encerrado en el vacío
y de la angustia ha nacido la voz/
Ha nacido, ha nacido... he nacido...!
y de la angustia he perecido,
del dolor perenne a un ciclo-
ha vivido, he vivido!
entre fracciones de la expresión
excomulgada de la carne
amarrada al olvido,
ha vivido de entre lágrimas metálicas
ha visto la lluvia desgarrar
la piel sombría de un eco atrapado
en el pecho en pedazos
al ver latidos fumigar
las heridas de un mañana;
ya cuando paredes se han tropezado con el destino
y éste se ha tropezado con una mejilla cayendo al vacío...
/La ventana del alma
al pavimento crepuscular
del polvo la angustia
y lágrimas permanecidas
en la sangre marchita/
Y no quedan paredes para amarrar el litio,
-agoniza..., en la decadencia eléctrica
de amarrarse al oxidado magnetismo
en la carne de cápsulas en el olvido-
aglutinado a una estrecha sonrisa
a la expresión tímida bipolar
de los pérdidas fulminantes
en ecos abrochados al tiempo,
cuando yo era el paso a la vida,
y... ahora soy tan sólo el paso a la muerte,
en la soledad
secuencial
del infinito
quedando...,
hablando...,
- palabras -
y éstas hablando con mis pedazos
amarrados al olvido,
de entre la mueca torcida
mirando las calles barrerse
de zapatos heridos
por la resistencia de los caídos...
-Y he caído, y he permanecido,
de entre pedazos de mi voz
a los ecos atrapados por el tiempo
ya cuando no reconozco el silencio
de las voces acalladas en mi pecho-
Jhoel Pharra...
Noviembre...
Ciudad Gris...