Albin Lainez

disgresión

 

 

                   Las partículas se disgregan semejando

invisibles giros en el aire

 

Expansión de mundos transparentes, como la ilusión de

aquellos niños que giran sobre la inextinguible arena,

donde inspirar conciente de sí y del entorno en ronda

de aceptación.

Vientos solidificados, expectación, en medio del campo

a la espera del labriego beatífico que los pode uno a uno

antes de los inviernos más crudos

que ya tornan con su azote verde y azulino

También se divisan a vuelapluma desiertos de alquitrán

que el ángel ciego pronto aliviará de su noche adentro

Sin despertarte

sentí las moléculas

flotando alrededor del castillo

Ya no queda... ya

 no existe

estanque donde el agua se conserve con cada propiedad inherente

a su naturaleza sideral, ni medidas a tomar de un solo

trago hasta el fondo donde la luz

Acaso el piar huidizo de aves migrando hacia planetas de inusual atmósfera

nos redima de tanta adicción por lo reciente.

Quizás contemplar la infructuosa marcha del insecto

siquiera para sobrecoger un algo esta quietud

de muerte blanca y sed

hasta en las manos

Todo fluye en rededor.

Suaves volcanes lanzan adioces de lava quemando unos cielos fértiles donde cosechar quimeras antes de cierta edad

La morosa llovizna es un recuerdo que va sucediendo

Relámpagos distantes. Auras serranas.

Vestigios de nada extraviados en el rodar

del escaso tiempo que el universo obsequia