Las partículas se disgregan semejando
invisibles giros en el aire
Expansión de mundos transparentes, como la ilusión de
aquellos niños que giran sobre la inextinguible arena,
donde inspirar conciente de sí y del entorno en ronda
de aceptación.
Vientos solidificados, expectación, en medio del campo
a la espera del labriego beatífico que los pode uno a uno
antes de los inviernos más crudos
que ya tornan con su azote verde y azulino
También se divisan a vuelapluma desiertos de alquitrán
que el ángel ciego pronto aliviará de su noche adentro
Sin despertarte
sentí las moléculas
flotando alrededor del castillo
Ya no queda... ya
no existe
estanque donde el agua se conserve con cada propiedad inherente
a su naturaleza sideral, ni medidas a tomar de un solo
trago hasta el fondo donde la luz
Acaso el piar huidizo de aves migrando hacia planetas de inusual atmósfera
nos redima de tanta adicción por lo reciente.
Quizás contemplar la infructuosa marcha del insecto
siquiera para sobrecoger un algo esta quietud
de muerte blanca y sed
hasta en las manos
Todo fluye en rededor.
Suaves volcanes lanzan adioces de lava quemando unos cielos fértiles donde cosechar quimeras antes de cierta edad
La morosa llovizna es un recuerdo que va sucediendo
Relámpagos distantes. Auras serranas.
Vestigios de nada extraviados en el rodar
del escaso tiempo que el universo obsequia