Sonriente y serena la mirada
este hombre tez trigueña y voz de luna,
proveedor de claridad como ninguno
sopla en mi alma suavidades y dulzuras.
Cuando en noches despejadas me susurra,
arropándome en sus brazos hasta cuna
y en el verde de sus ojos entreabiertos
desparrama mil recuerdos en la mente:
Cuantos sueños encallaron sus rodillas
esculpidos en ideales solidarios…
Este médico, astrónomo y botánico
fiel mentor de pensamiento libertario.
Bailarín de rock and roll, de vals y tango
forjador de mi sentir humanitario.
Cuantas veces me cantó su corazón
arrullando en parvulez frágil letargo,
acolchona mi recuerdo sentimiento
derramando de néctares mi alma,
vaguedades y consejos que compilo
en acopio certero de mi herencia.
Es su imagen a mi ser fiel referencia
hombre, amigo, padre, hermano, compañero…
Timonel siguiendo el rumbo de su estrella,
siempre atento a ventarrón o aguacero.
Mano firme extendida en caridades
generosa prodigada en sus bondades…
Hoy te miro y rememoro tu alegría,
tu sapiencia, tu entereza y facultades…
si segmento compartimos del camino
ese trecho estrechó dos voluntades.
Consecuente cada quién con su destino
esperame, volveremos a encontrarnos…