ENTONA EL RÍO SU CANTO
ARRASTRÁNDOSE CON PRISA,
SUSURRANDO ENAMORADO
A LA LUNA QUE SE ASOMA.
SOBRE LA HIERBA ME ACUESTAS,
LENTAMENTE, ENTRE LOS DEDOS,
DESABROCHO TU CAMISA.
MIENTRAS CIÑES MI CINTURA,
TÚ DESPRENDES EL VESTIDO
RECORRIENDO SIN LÍMITES
LOS RINCONES DE MI CUERPO,
ME EMBORRACHAS DE TERNURA
BOCA A BOCA, MANANTIAL
QUE NOS PROVOCA,
DESATANDO LOS DESEOS
HASTA AMARNOS CON LOCURA
Elida I. Gimenez Toscanini