alfonsopocho

ROSTRO DE FUEGO.

 

Tu rostro me cautivo, tu cándida sonrisa

La sentí y como el aliento de Dios

Te vi partir

Marcada por el destino, dejaste tú reír,

Amarrado a nuestras salas con un

Aroma de azul alelí

 

Eras fuego y ternura, cálida dulzura

Que solo los ángeles cultivan en

El jardín del Edén.

 

Te arrimaste a nuestro corazón

En las frías mañanas de un tibio sol,

Hoy disfrutas de la serena paz

Del Dios del Amor.

 

Marcando tus pasos

Junto a quien te creo

Y hoy que sentimos tu silente lejanía

Deberemos mirarte a través del fuego

Que nace en el sol de cada día.

 

Vuela, vuela ángel de luz,

Duérmete pedazo de mi corazón

Que Dios te espera con mucho amor

A jugar la ronda, con el Creador,

Mientras aquí recordaremos

Al ruiseñor y acuñaremos su risa

Y su rostro, un rostro de fuego

Y de pasión infantil.

 

Vivirás en nuestras mentes

Como eras, brillante, serena

Con voz cálida, de niña buena

Llamando a sus amigos

Que la esperen a jugar

En la paz del  Señor,

en la paz celestial.

 

 

 

 

Dedicada a la memoria de Michel María

Alumna del 4º año básico.