Vivo mi día a plenitud… sin arrepentimientos,
hago de él total verdad, no ando con cuentos…
regalo sonrisas por doquier y buen ánimo también,
soy amante de la actitud proactiva que me define en la vida…
los días “diferentes” siempre los vivo como toda la gente,
sólo que le pongo ganas a ellos… y no me quejo,
uno y otro día son necesarios para aprender y crecer.
La felicidad me mantiene fresca y dulce ante ti,
la reyerta interna por superar el obstáculo a presenciar
me hace fuerte cada día más y, a paso firme, ni veo para atrás.
Las dolencias mías y ajenas me hacen humana…¡valen la pena!
Las caídas me dicen que soy falible en la vida...
…me invitan a pensar y a redireccionar cada día…
El éxito me brinda alegría compartida en la vida,
pero sólo Dios me mantiene de pie caminando de la mano de él.