A solas me siento bajo las estrellas a escuchar tu silencio.
Es tan grande la paz de esta obscura morada del sueño...
La luna anfitriona tiene una sonrisa de oreja a oreja
mientras yo vago sin zapatos bajo la noche.
La luna sabe por dónde entrar hasta tu cama
y yo odio en esas noches su desleal devaneo.
Acaso yo quisiera besar tu frente cuando sueñas,
y ella se ríe de oreja a oreja mientras a obscuras muero.
Ni siquiera sé dónde vives, ni ella ni tu lo confiesan
en tanto me siento bajo las estrellas a esperar un mensaje en el cielo.
Hay tanto silencio que no puedo escuchar al viento,
hay tanta paz que no escucho mis pensamientos;
pero duele tanto aquí por dentro... que se quiebran en mis ojos
el brillo de los tuyos y tus besos