Solamente basto una mirada tuya,
para poder ver lo que
tus ojos quisieron sentir.
Fueron unas cuantas palabras
entre nosotros dos
suficientes para poder oír
lo que tu labios quisieron decir.
El encuentro fue lo mas hermoso,
ver el movimiento de tu cabello
que jugaba con tu ser,
ver como tu mirada discreta
penetraba en lo mas profundo de mi corazón.
La noche, las estrellas, el viento
el cantar nocturno,
nos acompañaban en esos breves momentos
en que estábamos juntos,
y que eran tan largo que aun los recuerdo.
Todo quedo en una esperanza de que
algún día te vuelva a ver,
y del sueño que empezó en un salón de clases,
solo queda una silueta que se desvanece
despacio de mi mente.
Fue en la universidad,
donde me enamore por primera vez,
y aunque no estés junto a mi,
todos esos momentos contigo
siempre los recordare.