"Me atrevería a contar una historia de amor y felicidad,
sobre todo de unión y regocijo en los que las personas
entrelazan virtudes, palabras, momentos
y unifican suscorazones, caricias y miradas,
para ser participes de un mismo camino
y equilibrarse en un mismo andar,
en el cual no hay oscuridad y que la luz que ilumine
sean las de sus labios en pleno deleite.
Me atrevería a narrarles momentos de ternura y dulzura,
en aquellos en los cuales un corazón busca desesperadamente
a su medio latir, a su complemento,
al alba que haga amanecer todas sus mañanas de dicha y de color,
que tenga como sólida aparición todas las noches
a esa imagen que gana cada terreno de su mente
y va por ahí sin saber y sin quererlo
construyendo un futuro de alegría.
Me atrevería a escribir un amor de esos delicados y lindos,
pero escribirlo no con tinta, no con papel, no con lágrimas,
me gustaría escribirlo en carne propia, a corazón vivo, a jubilo de piel y vista,
donde yo fuera heredero universal de su amor
y usted fuera tan solo la afortunada acreedora de mis besos,
de mis tiernas palabras, de mi amor seguro y perpetuo,
donde nunca oscile la bienvenida ni la despedida,
donde cada quién por separado
hagamos juntos un romance de esos que ya no hay,
de esos que seguramente todos en el mundo guardan
dentro de ese cajón empolvado llamado corazón.
Me atrevería a pensar que juntos los dos
sin miedos ni dudas, podremos crear una historia
de esas que los grandes escritores también crearon,
con vida, con esperanza y con color,
pero aquí es donde habita la prudente confusión
de saber si realmente podrá mezclar sus colores con los míos,
si inventaremos otros rojo más apasionado
o ta lvez otro blanco más impecable y puro,
empero sé bien que existe un contraste entre estos colores,
que me incrementan el negro del oscuro rechazo
y me apagan el blanco puro de todo lo que estoy anhelando,
sé que su gusto por otros colores es más fuerte
y que nunca adoptaría mi rustico pero sincero grisáceo a su vida."
RCarías
Guatemala