"Un amor no correspondido/ puede convertirse en tragedia,/ pero si termina en olvido/ entonces no era amor, era una comedia".
Borras tantas letras escritas para mí o por mí,
quieres romper todo lo que huela a mi persona,
estás en un túnel atrapada y quieres salir de ahí
y sientes que esta vez, la suerte te abandona.
Es como tratar de ir contra la corriente de un río,
te ves remando, en esfuerzos que te desgastan,
sabes que lo que hay en tu corazón es muy mío
y tus esfuerzos por alejarte de eso... no bastan.
No importa lo que hagas, tampoco lo que digas,
lo que ha de ser simplemente será... y punto.
Sé que estás detrás de mí aunque no me sigas
y que hay mucho amor de tu parte en este asunto.
Puedes voltear tu casa o tu cuarto de abajo arriba,
intenta lo que quieras para que mi recuerdo salga.
Yo sé que mientras en ese espacio de tu alma viva,
no habrá, -y anótalo- no habrá alejamiento que valga.
Busca la manera de inventar algo, vuelve a nacer,
¿te figuras que en otra existencia podrías olvidarme?
Ponte otra cara, hasta otro nombre llegarás a tener
y ¿adivina qué? Te juro que ni así dejarás de amarme.
Tienes el amor por mí incrustado a sangre y fuego,
enfurécete si quieres, como una demonia o diabla,
pero ese amor me ve claro en tu alma, no es ciego
y aunque tratas de que sea mudo, sabes que habla.
Grita si lo deseas en la soledad de tu habitación,
patea las cosas, lanza tus zapatos a los espejos
y aún así me tendrás tan cerca de tu corazón
que en tu diccionario no leerás la palabra “lejos”.
Sé que esto puede ser hasta algo muy desesperante,
cuando queremos dejar de amar y ya no podemos,
cuando necesitamos que llegue el olvido galopante
y queremos pero de tanto amar nunca lo hacemos.
¿Qué harás? No duermas si no quieres conmigo soñar
y miéntele a tu almohada, dile que pasé a la historia,
jura que tu rompecabezas sin mí ya lo puedes armar
pues las piezas con mi nombre, no están en tu memoria.
Habla con tu sombra, ella sabe muy bien lo que sientes,
porque en el día es gracias a mi luz que se proyecta,
pero no vayas a decir que me amas, así, entre dientes,
porque hasta muda, tu palabra tu sombra la detecta.
Te diría que hagas como algunos soldados... retrocede,
ya no sigas en tu intento porque esta batalla la pierdes.
Algunas cosas poder hacerlas simplemente no se puede,
como que dejes de amarme o que ya no me recuerdes.
Acepta que ganó el amor y que estás derrotada, vencida,
no me importa en cuál barco del olvido te embarques...
Cuando leas, verás en el libro de lo más selecto de tu vida,
tu nombre tras cada te amo y mi firma, Álvaro Márquez.