No diviso luz, en mi horizonte
Ciegas están, mis retinas
Esperando, que el sol remonte
En el paraíso, de mis colinas…
¿Qué le pasa, a mi edificio?
Quien domina, mis rentas
Que caigo, por el precipicio
Cuando salgo por, mis puertas…
¿Cuánto hay que padecer, Señor?
Para tener unos gramos, de felicidad
Si sentir el infierno, en el interior
Cada un segundo, de serenidad…
Hoy no tengo sueño, si angustia vital
Que se hace, de mí ser dueño
Atormentando, mi cerebelo, fatal
Apaga toda, mi vida y mi sueño…
Volcán de lava, incandescente
Deja que mi cuerpo, descanse
Dale una tregua, a mi poniente n>
Y quizás cambie, toda mi suerte…
Mientras, sigo esperando humillado
Con miedo, hasta de salir, á la calle
Empotrado en el sofá, cómodo
Mientras la ceguera, hiela mi sangre.
¡Nos pensamos, que lo sabemos todo y no somos nada, este es el dibujo de mi, depresiva estampa!
Modesto Ruiz Martínez / jueves, 29 de octubre de 2009