Que no eras para mí, que tu amor era prohibido,
Me lo dijo el corazón, que lloraba cada vez en tu presencia,
Que no eras para mí, el alma suspiraba, al encontrarse en tus ojos,
Y las manos me temblaban con tu cercanía…
Que no eras para mí, bien lo sabía,
Pero como arrancarte de mí, si ya eras parte mía,
Si cada amanecer buscabas mi mirada,
Y al tiempo por mí, minutos le robabas,
Buscando siempre un espacio para tenerme cerca,
Y abrazarme con tu alma…
Que no eras para mí, eso quien lo entiende,
Solo alguien que se ha enamorado con el corazón, podría saber,
Lo que duele amar, a quien no se debe,
Como se resiste el alma, cuanto duele decir que no, y sentir que se quema la piel,
Que en vez de sangre, corre en las venas pasión ardiente,
Combinada con un gran dolor, que la razón hace más fuerte,
Al repetir y gritar que es un error enamorarse…
Si lo sabía, pero tus labios me pedían un beso,
Tus brazos me invitaban a estrecharte,
Respirar cerca de ti, y sentir el palpitar desesperante de tu corazón,
Conteniéndome las ganas de abrazarte.
Cuanto dolió aún lo recuerdo, no lo pude evitar, cuanto lo lamento,
Acostumbrarte más a mí, a vivir de mi amor,
A respirar el mismo aire, como oxigeno era nuestro aliento,
Que elevaba nuestros suspiros al cielo,
Por querer volar hacia la libertad de lo eterno,
Porque me amabas, porque yo te amaba, lo nuestro no fue un juego,
Luchamos contra viento y marea para no separarnos de nuestro mundo,
Pero el sentimiento fue más fuerte y hoy no podemos decirnos adiós…
No es posible arrancarse la piel, no es posible sacarte de mi vida,
Como le harás para vivir sin mí, si soy parte tuya,
Como se puede vivir con tanto dolor, en el alma,
Como poder renunciar al amor cuando se ama…
Como entender que aunque somos tan felices,
Y tenemos un mismo corazón y nos volvemos uno mismo,
Como hacer entender a quienes critican y maldicen,
Lo que para ti y para mi es la vida y el más grande motivo,
Como aceptar que llegue tarde a tu vida, si nunca habías conocido el verdadero amor,
Si tu para mí, eres toda mi razón, mi vida, mi corazón…