Y sí –escribirte quisiera- Pero mis versos han muerto
contigo se fueron ellos y en tus manos los diseco
¡tengo la llama encendida pero no causa estruendo!
¿En dónde estás vida mía?
¿En dónde…? Que no te siento.
Y sí –escribirte quisiera-
Pero es un sacrilegio cuando estas lejos
decirte cuánto te extraño
y no robarte ni un beso…,
sólo miro mis brazos desahuciados
que poca vida les queda
desde que tus manos idas
en ellos dejaron huellas.
¡Vuelve pronto y dale vida a mis versos!
Mira mis ojos…Qué tristes
pues no saben demostrar
de otra manera el dolor
porque saben que no estás…,
y sí.
Quisiera escribirte:
Pero mis versos han muerto
contigo se fueron ellos y en tus manos los diseco.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Sergio Jacobo “elpoetairreverente”