Artista despiadada
De negros sentimientos,
Tu infame proceder
Opaca a tu azabache vestimenta.
Crueldad ilimitada
En tu obscuro ser,
Melodías mustias
Acompañan tu cortejo fúnebre
Inundando corazones
Con lloviznas de dolor.
Hieres sin remordimiento
Cada espacio vivo
Hasta hacerlo
Completamente tuyo,
Lo dejas inerte
Tal como tú.
Sinónimo de llanto
Es tu presencia,
Conduces a un viaje
Que no tiene retorno,
Al menos eso creen
Los dolientes profanos.
Ríes ante el temor
De los mártires tuyos,
Nadie anhela tu
Invernal compañía
Y ruegan frecuentemente
Que nunca llegues.
Herencia del pecado
¡Como disfrutas tu labor!
Rompes en pedazos
Al corazón endeble
Que lagrimea sangre
Por alguien que está contigo.
Y los párpados pesan
Cuando te acercas
Convirtiendo la vida
En algo efímero,
Arrebatando impetuosamente
Nuestro límite,
Y das comienzo
A nuestra caducidad.