Si el silencio
absorbiera tu voz,
si la oscuridad
ahogara tu imagen
y la perversa soledad
omitiera tu presencia,
me atacarían legiones
de olvido perpetuo,
cúmulos hirientes
de devastadora amnesia
aliados con el inmenso mar
de tu ausencia,
y con tenues memorias
vueltas cenizas.
Más ni aún así,
lograría olvidarme de ti,
pues cómo borrarte
de mis sustancia,
si eres el corpúsculo
de mi esencia,
si te llevo adherida
a cada molécula
como el sol lleva implícita
su propia luz,
y como el mismo corazón,
los latidos.
e.g.